DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE MARÍA

La Devoción al Sagrado Corazón de María

La devoción al Sagrado Corazón de María ha sido una parte fundamental de la espiritualidad católica por siglos, arraigada en la tradición y en las enseñanzas bíblicas. Esta devoción no solo es un acto de amor y veneración hacia la Madre de Dios, sino que también es una fuente de consuelo, fortaleza y protección para los fieles que la practican.

Para comprender la importancia de la devoción al Sagrado Corazón de María debemos recordar que María es vista como la madre amorosa que intercede por sus hijos ante Dios; su corazón, símbolo de su amor maternal y compasión, es venerado como un refugio seguro para aquellos que buscan consuelo y protección.

En las Escrituras, encontramos referencias que resaltan el papel único de María en la historia de la salvación. Desde el momento en que acepta ser la madre de Jesús en la Anunciación, la profecía del anciano Simeón donde una espada atravesará su corazón, hasta su presencia junto a la cruz, María demuestra una profunda devoción y fidelidad a Dios. Su corazón está íntimamente ligado al misterio de la redención, siendo testigo de la pasión y muerte de su Hijo por la humanidad.

La devoción al Sagrado Corazón de María ha tenido un impacto significativo en la historia de la Iglesia. A lo largo de los siglos, santos, teólogos y fieles devotos han promovido esta devoción como un camino hacia la unión con Cristo a través del corazón de su madre. Uno de los momentos más destacados en la historia de esta devoción fue la revelación del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII. Este evento marcó el inicio de una renovada devoción al corazón amoroso de Cristo, que se extendió también al corazón maternal de María.

Alejandrina María Da Costa y su Relación con la Devoción al Corazón Santísimo de María

Entre aquellos que vivieron una profunda devoción al Sagrado Corazón de María se encuentra Alexandrina María Da Costa, mística portuguesa del siglo XX, cooperadora salesiana. Sus escritos y testimonios reflejan un ardiente amor por el corazón maternal de María, al ver en él un refugio seguro en medio de sus sufrimientos y tribulaciones. Alexandrina experimentó numerosas visiones y revelaciones, su vida estuvo marcada por un intenso amor por la Eucaristía y por la Virgen María.

En un momento preocupante y trágico donde la paz en el mundo se veía amenazada por la guerra, como continúa siendo el día de hoy; es importante recordar la contribución de la Beata Alexandrina Maria da Costa (1904-1955), para obtener de Dios el don de la paz durante la Segunda Guerra Mundial.

La Beata Alejandrina se convirtió en portavoz del pedido de Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María, solicitándola al Papa Pío XI desde 1937 y en los años siguientes. En unión con Jesús Crucificado, Alexandrina también fue alma víctima para que la petición de Jesús fuera concedida. Desde octubre de 1938 hasta marzo de 1942, Alexandrina experimentó los estigmas de la Pasión de Jesús todos los viernes. Su cuerpo recuperaba todos los acontecimientos de la Pasión de Cristo. Jesús pidió a Alexandrina que solicitara al Papa la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María. Fue el 31 de octubre de 1942 cuando Pío XII llevó a cabo la consagración. Alexandrina continuó la participación en la Pasión de Jesús por la salvación de las almas y por la paz del mundo por medio del ayuno total. Vivió únicamente de la Eucaristía durante trece años y siete meses.

En una fecha trascendental, el 25 de marzo del 2022, día de la solemnidad de la Anunciación del Señor, se llevó a cabo un acontecimiento importante, el Papa Francisco, en comunión con todos los obispos del mundo y sus sacerdotes, consagró una vez más a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.

La devoción al Sagrado Corazón de María es una expresión profunda de amor y confianza en la intercesión maternal de la Virgen María. A lo largo de la historia de la Iglesia, esta devoción ha sido una fuente de consuelo y fortaleza para innumerables fieles, quienes han encontrado en el corazón de María un refugio seguro en medio de las dificultades de la vida. Al seguir el ejemplo de santos como Alexandrina María Da Costa, podemos cultivar una devoción más profunda al Sagrado Corazón de María y experimentar su poderosa intercesión en nuestras vidas. Que su corazón maternal siga siendo para nosotros un refugio seguro en medio de las tormentas de la vida, guiándonos siempre hacia su Hijo, Jesucristo.

P. Gabriel Cruz Trejo, sdb

Animador Espiritual ADMA Valdocco.

Renato Valera,

Presidente ADMA Valdocco.