LA ORACIÓN, ALIENTO DEL ALMA

Mornese. Acogidos por el abrazo de las colinas del Alto Monferrato y por la hospitalidad de las Hijas de María Auxiliadora, un grupo de miembros de Adma procedentes de Turín, San Benigno Canavese, Nizza Monferato, Mornese y Lerma, pasaron dos días de retiro en el Colegio de Mornese los días 27 y 28 de abril.

Fueron días intensos en los que se alternaron momentos de reflexión y oración con momentos de convivencia.

En las dos reflexiones propuestas por Sor Lucrezia Uribe, animadora mundial de ADMA, tituladas: «Para orar bien, orar de corazón y con el corazón» y «La espiritualidad mariana en Madre Mazzarello», la joven Maín es presentada como una mujer asidua a la oración y a la meditación de la Palabra de Dios. Una oración del corazón sencilla, muy personal y espontánea que le permite entrar en intimidad con Dios y transfigurar su vida.

Crecer en la devoción a María Dolorosa forjó la espiritualidad de Maín que, convertida en Hija de María Auxiliadora, tradujo su conformación con Cristo con la significativa expresión «Él está aquí y nosotros estamos aquí», señalando el crucifijo que colgaba de su cuello.

En la reflexión propuesta por el P. Pietro Mellano, sdb, capellán de la comunidad FMA de Mornese y coordinador del PPC de Alejandría, titulada «María mujer de oración», María es un ejemplo de actitud abierta, de corazón dispuesto que en la oración humilde y sencilla pone su vida en las manos del Señor: «Señor, lo que quieras y como quieras». María es la mujer que en la oración nos hace comprender que cada día dado por Dios es una llamada.

Los días, transcurridos en silencio y meditación, fueron puntuados por la hora de adoración eucarística, el rezo de vísperas y el santo rosario con meditaciones sobre «María Mujer de las Bienaventuranzas» dirigidas por Sor Lucrezia Uribe y Sor Gabriela Patiño, delegada mundial de las Antiguas Alumnas de las FMA.